Has esperado mucho, pero al fin tienes tu primera espada. La llevas a la práctica de esgrima, y al final de la sesión descubres que la hoja está llena de huellas dactilares, y te preocupa que el sudor de las manos o la humedad hagan correr el riesgo de que tu espada se oxide poco a poco. Por fortuna, Escuela de Esgrima Bellatores ha compartido con nosotros un pequeño artículo sobre el mantenimiento de espadas para esgrima histórica, sean estas armas de práctica de nylon o de acero (con o sin filo), el cual lo encuentran en el siguiente enlace:

Ahora sí, ya no hay excusa para tener esas armas descuidadas.